Homeopatía

¿En qué consiste?

Desde Hipócrates (Padre de la medicina), se definió que hay dos formas de sanar:

Con medicamentos de los contrarios que combaten el síntoma (medicina convencional), donde se suprimen los síntomas con los “anti”: antihistamínico, antiinflamatorio, antibacteriano, antivirales, entre otros, y, con los medicamentos de los similares, lo similar cura lo similar (medicina homeopática), donde al cuerpo se le administra un medicamento de origen natural en dosis infinitesimales, que no solo revierte los síntomas, sino que estimula los sistemas naturales de defensa.

¿En qué me puede ayudar?, o ¿Para qué sirve?

Es útil en un extenso abanico de enfermedades y problemas de salud, puede administrarse como tratamiento exclusivo, o puede ser complementario a otro tratamiento principal, dependiendo de la enfermedad, de la gravedad o de la situación del paciente.
En niños, los motivos más frecuentes de consulta son las infecciones a repetición (faringitis, amigdalitis, otitis), asma, problemas de alimentación, trastornos de sueño, alergias, enfermedades gastrointestinales y trastornos de crecimiento.
En adolescentes, problemas de piel, trastornos metabólicos y de crecimiento.
En hombres, los motivos más frecuentes de consulta son: hipertensión arterial, trastornos metabólicos como hígado graso, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, gota, disfunción eréctil, migraña, dolores reumáticos y articulares.
En mujeres, los motivos más frecuentes de consulta son los problemas menstruales, obesidad, hipertensión arterial, migraña, trastornos metabólicos como hígado graso, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, síntomas menopáusicos, fibromialgia, infertilidad y vértigo.
En las enfermedades graves y terminales, y en particular el cáncer, la homeopatía es un coadyuvante para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia y de la radioterapia (náuseas, quemaduras, fatiga, estado de ánimo).